Remembrando arcoíris,
Al otro lado del globo se encuentra
Una celosa rea gris de amor
Oliendo a sal con oscuro mal.
Se corrido la visión del dolor
Le olvidas cual primer quemón,
Se cayó del enmarañado pedestal
De juegos infructuosos,
Que al querer olvidar
Solos se terminan de quebrar.
Sin dejar en pie ni la aguja
Que hilvana oyes,
Que desmadejando
Todos los ayeres,
Que se arroparan de añoranza
Feneciente en dulce coro de jadeos,
Distantes que absorben
El hilarante éter del
“hasta luego amor”
clauza
lunes, 15 de noviembre de 2010
Miénteme
Por hoy Miéntanme,
Que me gusta, que me mientan
Que me gusta, que me mientas
Con el declinar de la madrugada
no arrugo en dolor tu amor,
sino en ego destilado de mi amor
Con estrecho amanecer de ojo blanco,
Porque fingiré que no sé,
lo que te vi hacer
Porque tu fingirás que no sabes,
lo que les vi hacer
Que mitigara el despeñadero de mentiras
Al vencer mi resistencia, incongruente de acciones.
clauza
Que me gusta, que me mientan
Que me gusta, que me mientas
Con el declinar de la madrugada
no arrugo en dolor tu amor,
sino en ego destilado de mi amor
Con estrecho amanecer de ojo blanco,
Porque fingiré que no sé,
lo que te vi hacer
Porque tu fingirás que no sabes,
lo que les vi hacer
Que mitigara el despeñadero de mentiras
Al vencer mi resistencia, incongruente de acciones.
clauza
Solas
solamente nosotras
hacia algún lugar,
solas al mar,
solas en piel de libros
que resguardan
aquellas lágrimas,
que a solas la ensoñación llamo,
nosotras las de siempre
solo aguardándonos,
nosotras amantes de ideas
y de años que fueron y que van.
clauza
hacia algún lugar,
solas al mar,
solas en piel de libros
que resguardan
aquellas lágrimas,
que a solas la ensoñación llamo,
nosotras las de siempre
solo aguardándonos,
nosotras amantes de ideas
y de años que fueron y que van.
clauza
Enséñame a hablar
Al frente de la formica
Sientes que sales blanca,
Al liberar el cuerpo
Con la austera partida.
Te agobia la acción pasante
Sigue creciendo
Pequeña gaviota,
Sigue a Salvador en tu partir
Y halla a cual alhambra ir
clauza
Sientes que sales blanca,
Al liberar el cuerpo
Con la austera partida.
Te agobia la acción pasante
Sigue creciendo
Pequeña gaviota,
Sigue a Salvador en tu partir
Y halla a cual alhambra ir
clauza
Faro
Avizorando
nublados sueños de rocío.
Que sedentes en si
recorren miles de millas.
Tus rocas en pupilas
de aquel incauto ausente,
que cautivo con ese beso
postrero a ese último adiós,
que sin saber hasta cuando
le será siempre su ultimo amar,
contrayendo congelados
hitos de su haber.
Cual marisma que alza oleaje
lo bueno se enseña al final.
Al igual en ambos dedos
cuando al caer la áurea ola
sabes que ya no hay más,
o que tocara mucho esperar.
clauza
nublados sueños de rocío.
Que sedentes en si
recorren miles de millas.
Tus rocas en pupilas
de aquel incauto ausente,
que cautivo con ese beso
postrero a ese último adiós,
que sin saber hasta cuando
le será siempre su ultimo amar,
contrayendo congelados
hitos de su haber.
Cual marisma que alza oleaje
lo bueno se enseña al final.
Al igual en ambos dedos
cuando al caer la áurea ola
sabes que ya no hay más,
o que tocara mucho esperar.
clauza
Interina
Mercurio camina de lata
Soñando con el boquerón,
Que dejo tránsfugo
La tala del fuego
Tal como quería acabar
la noche dulce de los cuervos.
Con las ambiciones
que deseo en tu campo,
Buscando los secos días fríos
de airados sueños con hastió
sin leer las cobrizas aguas quedas,
olvidando el olor del placer
¿porque la piel resiente la distancia?
¿porque los labios se resecan por la ausencia?
clauza
Soñando con el boquerón,
Que dejo tránsfugo
La tala del fuego
Tal como quería acabar
la noche dulce de los cuervos.
Con las ambiciones
que deseo en tu campo,
Buscando los secos días fríos
de airados sueños con hastió
sin leer las cobrizas aguas quedas,
olvidando el olor del placer
¿porque la piel resiente la distancia?
¿porque los labios se resecan por la ausencia?
clauza
Noches rayadas
Una noche cualquiera en el primer día de clases en el periodo corto de la universidad en la que otro docente seria el que complementaria ese día la unidad a ver en ese modulo, en una aula llena de nuevos y viejos compañeros, llega el docente algo joven fornido, cabellos negros prolíferamente divorciados del peine pero metódico en actuar, ella cansada de la noche decide alentarse con algo de música muy bajita y chocolate, al verlo llegar le es familiar pero no recuerda de donde, concluye la primera jornada ya en el receso él se acerca la saluda por su nombre ella consiente que durante la noche nadie la llamo por su nombre y que aun no se había anotado en la lista de asistencia no habría forma de que lo repitiera, contesta el saludo y le pregunta como esta, que ha hecho y si ha vuelto a ir, vieja treta que en más de una ocasión le ha funcionado para no demostrar su grosería al olvidarse de esa persona, al final del receso le sostiene la mirada y con sonrisa en labios le dice a que aun no me recuerda soy el mellizo de Melvin, ella con cara de asombro dice estar apenada por su mala memoria dispuesta a investigar además del aspecto que más mejorado le invita a salir.
Claudia Sánchez
Claudia Sánchez
Ogros latentes
De visita en la escuela de su hija, única hija recibe esa llamada al teléfono celular es una mujer algo mayor le platica con familiaridad y le pregunta si aun le gusta el vino Langguth que casualmente una amiga alemana le trajera un par de botellas, como se encuentra la pequeña que comidas le gustan cuanto a crecido que hay de ella como sigue su vida se ha vuelto a casar, como está el trabajo a donde han ido de viaje con la nena y mucho mas. Durante transcurre la llamada ella camina por la escuela halla a su hija le besa y entrega una pequeña caja mientras la señora le aguarda en línea le fascina todo lo que escucha, al ver regresar la niña al salón de clases recuerda porque tenía el teléfono en la mano pregunta si todavía hay alguien en línea y la vos le dice que su ir y venir ya no se puede resarcir, pero que ella ya no piensa volverse a ir, mientras sale comienza a sentirse observada aunque ya está esperando el transporte aun sigue hablando y en los edificios del enfrente al interior de unos locales de comida algo cercanos a la calle se coloca imperceptiblemente un hombre alto fornido que desde temprano en la compra de hilos la sigue pero ahora esta tan cerca que puede oler su crema por otro lado la conversación a girado en lo que desea hacer de su vida y el futuro de su hijo en su mente siguen las mil y una dudas pero no puede colgar hay una necesidad de hablar que le impide cortar sabe que le conoce pero no recuerda quien es o de donde le conoce ya en el taxi casi llegando a casa le dice un “bueno hijita hasta luego” y cuelga al cortar ve la pantalla dos horas cuarenta y un minuto sigue dubitativa de quien era ella llega al frente de su casa y en lo que busca las llaves una vos grave y ansiosa le dice “muy linda nuestro hija” confusa halla las llaves intenta introducir las y abrir, el apuro radicaba en un pasado de sumisión, incomprensión engaños y llanto con un novio prepotente con el cual después de que naciera la beba decidiera partir y buscar la paz la cual le fuera dada hasta ese día.
Claudia Sánchez
Claudia Sánchez
Cortando besos
Es el día de la boda todo está listo, cuando todas y todas comienzan a pensar en cómo se reglaran para la función, perdón digo la boda pero nadie se había percatado que el vestido y el ajuar después de prueba final no había llegado tal vez paso por su soledad en el trascurso de su la planificación del fugaz evento, cuando ella en horas de la madrugada busca el vestido para cualquier retoque en especial de la cintura, pero chica sorpresa vestido y ajuar no están ni por debajo, ni por sobre de ningún ropera, tocador ni armario, en ese momento y en toda la casa comienzan los gritos vociferantes y regaños, de una esquina sale una mano que le marca a la modista y le pregunta si ya está el arreglo nupcial Vallecillo Banegas, contestas que si pero en ese momento se ponen las tres costureras a terminarlo porque llegaran por él en una hora, en este rato juega ella al camuflaje de ideas y cubre su rosto con pinturas labiales, sombras y demás, emulando a los indios cuando van al campo de batalla, se divaga con el panal de sugerencias, comentarios y consejos recibidos a diestra y siniestra de si durante el resto de las mujeres y ella terminan de arreglar lo pendiente para la nocturna boda, es ahora que comienza de forma personal y colectiva el arreglo personal, algunas bañándose, depilándose, peinándose etc., ya ella está casi lista solo falta el vestido y esperando a que las demás terminaran su afanes, en ese momento en la habitación entra el hermano de la retraída novia está en ese instante baja de sus dudas y le corre de la habitación entre amenazas y escobazos, luego el teléfono suena y en lo que ella levanta el auricular le dicen “con Enma por favor o simplemente dígale que no se case” ella sin preguntar quién es cuelga, le preguntan si quien es si acaso era la modista con otra escusa, ella solo dice “no numero equivocado” pasada mas de algunas horas de lo acordado llega el vestido y el ajuar, se viste ya en el templo y acercándose en camino al altar mayor para la bendición de las arras, se escucha el ya sonado “que no se case” el novio comienza exaltado a maldecir, la familia a murmurar, pero ella grita “ya está esto se acaba hoy” “ni me caso e insulto a dios con tigo señalando al maldecidor, ni tampoco me iré con usted señalando al interruptor de la ceremonia me quedo sola con mi hija o hijo y mañana veré como podre anular o deshacer este circo” el novio la ve y le sentencia “no mi cielo, usted es mía ante las leyes según recuerdo dijera ayer el notario y que yo recuerde tu cuerpo había y no ha sido de ninguna otra piel más que de este pecho que yo sepa” viendo con los puños alzados hacia el interruptor de la ceremonia ella le responde la insinuosa calumnia “desgraciadamente para mi así continua siendo, solo tu piel recuerdo en mi amar, pero a diferencia tuya el aprecia y respeta mis ideas las que según tu solo son cosas de mujer, le debí de haber seguido esperando y no engañarme con tu locuacidad de falso oasis”
Claudia Sánchez
Claudia Sánchez
Ya no lo se
Enmudecen tus ventanas silenciando mosquitos, que ensordecen al ruido de ideas que impiden clarificar tu vos y mueren por nacer de alba sin el sino de aurora aunque también bella dama pero más reluciente, sin las miles de caras que le rodean de sombras cuando será que veras la ida sin ese venir ni sentir del silencio al compas de dos blancas y cuatro corchetes sostenidos que musitan un estar que precederá algún diván.
Claudia Sánchez
Claudia Sánchez
Aun no terminas, de bailar niño odioso
Si hubiese nacido hombre tal vez me definiría algo así como: “emocionalmente soy como una mujer lesbiana, en este cuerpo de hombre” si creo que es lo más probable que yo que hubiese dicho, nada más para seguir afirmando la idea de que todo aquello que es femenino es lo mejor, corrigiendo así mis malos gustos para el amor ya que solo alguien con tan malos parámetros en el gusto como yo, confieso me pecadora, suele enamorarse de la figura más imperfecta del mundo, si ya saben aquel ser que nació sexuado bajo el distintivo del género masculino, mejor conocido en el bajo mundo como “el hombre” y es por eso que siendo yo una mujer he comenzado a dudar en tomar como mía aquella teoría que reza “no hay mejor amante para dar orgasmos a una mujer que una mujer, porque ella que sabe cómo es que le gusta recibirlos” y creo que en esto todas las mujeres que a diferencia mía si han optado por la deidad perfección, sabrán mejor que cualquier hombre como lograr que su amada no baje de esa nube en el pedestal del placer, ellas mismas saben cómo les gusta sentir que se los hagan y conocen la anatomía femenina desde siempre y por eso es que lograr que la pareja quede siempre satisfecha les es casi inherente, tan fácil como dar un saludo o eso creo, y es que no les toca como a mi sufrir lo que ahorita intentando enseñarle a las carreritas a este cipote baboso en el breve lapso que tenemos la casa solo para nosotros, antes de que regrese su tía y nos pille a los no tan niños jugando a la Eva y al Adán en su finamente cubierta cama King size, como es que debe de tratar, este aprendiz de Marcelo Valentino a mi delicada pero ya ansiosa vagina, no tendría que explicarle que los roces deben de ser con la abundancia de la humedad logrados con la lubricación producto de mi excitación con algún elogioso juego pre coital ya que como es muy bien sabido la fricción en seco me dará dolor, ni cuál es la presión justa para frotar mi clítoris le generara quemaduras nunca deliciosas contracciones acompañada por imperceptible pero inmensurada y gozosa erección clitoriana, ni que si juega demasiada con demasiada fuerza mis labios los lacerara y les dejara escoriaciones en vez de gratas sensaciones, pero en fin todo esto yo me busque aceptando desvaríos amorosos de un hombre y no conforme con ello menor que yo así que manos a las obras y a intentar no solo que por lo menos me toque bien sino también sacarle esas cavernarias ideas de él darle placer oral a su mujer no es cosa de hombres machamente viriles ni de religiosos como el por Dios abrase visto semejante retorica que dogmáticamente me niega a mí el placer de alcanzar la gloria del amar libremente dada para el orgasmo oral pero eso sí, el si aúlla, se queja, jadea, patalea y con impermisibles contracciones alaba entre guiños de ojos y mordiscos de labios cuando se le brinda a él aquel tan rogado y esperados felatios.
Claudia Sánchez
Claudia Sánchez
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