lunes, 15 de noviembre de 2010

Ogros latentes

De visita en la escuela de su hija, única hija recibe esa llamada al teléfono celular es una mujer algo mayor le platica con familiaridad y le pregunta si aun le gusta el vino Langguth que casualmente una amiga alemana le trajera un par de botellas, como se encuentra la pequeña que comidas le gustan cuanto a crecido que hay de ella como sigue su vida se ha vuelto a casar, como está el trabajo a donde han ido de viaje con la nena y mucho mas. Durante transcurre la llamada ella camina por la escuela halla a su hija le besa y entrega una pequeña caja mientras la señora le aguarda en línea le fascina todo lo que escucha, al ver regresar la niña al salón de clases recuerda porque tenía el teléfono en la mano pregunta si todavía hay alguien en línea y la vos le dice que su ir y venir ya no se puede resarcir, pero que ella ya no piensa volverse a ir, mientras sale comienza a sentirse observada aunque ya está esperando el transporte aun sigue hablando y en los edificios del enfrente al interior de unos locales de comida algo cercanos a la calle se coloca imperceptiblemente un hombre alto fornido que desde temprano en la compra de hilos la sigue pero ahora esta tan cerca que puede oler su crema por otro lado la conversación a girado en lo que desea hacer de su vida y el futuro de su hijo en su mente siguen las mil y una dudas pero no puede colgar hay una necesidad de hablar que le impide cortar sabe que le conoce pero no recuerda quien es o de donde le conoce ya en el taxi casi llegando a casa le dice un “bueno hijita hasta luego” y cuelga al cortar ve la pantalla dos horas cuarenta y un minuto sigue dubitativa de quien era ella llega al frente de su casa y en lo que busca las llaves una vos grave y ansiosa le dice “muy linda nuestro hija” confusa halla las llaves intenta introducir las y abrir, el apuro radicaba en un pasado de sumisión, incomprensión engaños y llanto con un novio prepotente con el cual después de que naciera la beba decidiera partir y buscar la paz la cual le fuera dada hasta ese día.
Claudia Sánchez

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